Empecé junto a un amigo, vendiendo los trapos que encontraba para conseguir las figuras.

En estas fechas navideñas, para nosotros los catralenses el Belén Municipal de la plaza se vuelve en un lugar de peregrinación, que merece la pena visitar. Hace una horas para mi el belén municipal era una decoración más de Navidad, pero después de hablar con Ezequiel, ha despertado de nuevo en mi el espíritu de la Navidad y me ha trasladado a mi infancia.

¿Quién es Ezequiel?

Es la persona que ha montado el belén. Creo que la mayoría lo conocemos, Ezequiel es un catralense implicado desde bien joven en todo lo relacionado con la cultura, las costumbres y las fiestas de nuestro pueblo. A pesar de conocerlo, nunca había tenido el placer de charlar con él y creo que soy una persona muy privilegiada. Ezequiel es belenista desde bien pequeño, empezó junto a un amigo, vendiendo los trapos que encontraban para conseguir sus primeras figuras del belén.

«El primer belén lo hicimos con barro y lo pintamos con las primeras acuarelas que teníamos en aquellos años. Con sacos de harina hacíamos las montañas.«

Ezequiel

Cuando empezó a trabajar pudo ir comprando figuras para el belén: «Íbamos a una tienda que se llamaba `La Verdad´ que era del padre de la Migaleta y estaba en aquí en Catral»

Un año en el colegio hicieron un curso de belenistas que lo impartió la asociación de belenistas de Callosa de Segura, que fueron los primeros que montaron el belén municipal de Catral. Como se apuntaron pocos niños, Ezequiel junto a José Manuel Zamora , el Perelo, se inscribieron.

Hasta hace ocho o diez años el belén municipal lo montaba el tío Pepe «El Pajarero», además en su casa montaba un gran belén que era digno de visitar. Desde su gran pérdida, es Ezquiel la persona encargada de esta bonita tarea.

«En el curso aprendí la técnica del corcho y la mayoría de casas del belén son de ese material. Ahora el gran reto de todos los belenistas es el agua, incluirla y que no tenga fugas que eche a perder todo el decorado.»

Ezequiel.

Cuando se acercan las fiestas de Navidad, Ezequiel se planta delante del folio, dibuja y planea la distribución que va a hacer del belén. Cada Navidad es diferente. Las montañas se estropean y las hacen todos los años, están fabricadas de corcho y yeso, consiguiendo un aspecto de lo más realista.

«Este año lo montamos el Alberto y yo. Lo montamos en una mañana.»

Ezequiel

Cada año hay algo nuevo, algún elemento, alguna figura, el sentido de la distribución. ¿Quieres descubrir los 4 secretos de este año?